El papel del alcohol en la historia de la medicina

18 de abril de 2025 por
El papel del alcohol en la historia de la medicina
Reyes Grupo Horeca SLU, Leonardo Selaya Messías

A lo largo de la historia, el alcohol no solo ha sido protagonista de celebraciones y rituales sociales, sino también un componente habitual en el botiquín de curanderos, médicos y alquimistas. Desde la Grecia clásica hasta la medicina victoriana, las bebidas alcohólicas han sido utilizadas como disolventes, anestésicos, tonificantes y conservantes. En este artículo exploramos cómo el vino, la cerveza, el brandy y otras bebidas encontraron su lugar como remedios medicinales a lo largo del tiempo.

Antigüedad: vino y cerveza como medicina

En el Egipto faraónico y la Grecia antigua, el vino se usaba para limpiar heridas, aliviar el dolor y como base para preparar remedios con hierbas. Hipócrates recomendaba vino diluido para problemas digestivos, fiebres y como parte de una dieta equilibrada. La cerveza, por su parte, era consumida por sus propiedades nutritivas y como bebida segura frente a aguas contaminadas.

Roma y la medicina galénica

El médico Galeno consideraba el vino una sustancia caliente y seca, ideal para equilibrar humores y calmar enfermedades frías. Era común mezclarlo con miel, especias o hierbas para potenciar sus efectos. También se usaba como anestésico rudimentario antes de intervenciones quirúrgicas.

Edad Media: elixir, espiritualidad y botánica

Durante siglos, los monasterios europeos fueron centros de conservación del saber médico. Allí, los monjes producían licores y destilados a base de hierbas, como el Chartreuse o el Benedictine, con fines terapéuticos. El alcohol servía para extraer principios activos y conservar pociones. Las bebidas espirituosas eran consideradas "elixires de larga vida".

Renacimiento y destilación

Con el auge de la alquimia, el brandy y el aguardiente ganaron protagonismo. La destilación permitió concentrar principios activos y crear preparados como el aqua vitae (agua de vida), usada como tónico y antídoto. Se creía que fortalecía el corazón, mejoraba la circulación y aliviaba dolencias respiratorias.

Siglos XVIII-XIX: farmacología y recetas populares

En la medicina victoriana, era habitual encontrar tinturas alcohólicas en las farmacias. Muchas contenían opio, cocaína o morfina disueltas en alcohol. También se usaban vinos medicinales enriquecidos con quinina o hierro. El alcohol era valorado por su capacidad para vehiculizar fármacos y calmar nervios.

Medicina tradicional y etnobotánica

En muchas culturas indígenas, el alcohol forma parte de la medicina ancestral. Por ejemplo, chicha fermentada en rituales andinos o licores herbales en la medicina tradicional china. El alcohol ayuda a extraer compuestos curativos de plantas y potencia su absorción.

El declive del uso terapéutico

Con el avance de la farmacología moderna y la regulación sanitaria, el uso del alcohol como medicamento disminuyó. Su potencial adictivo y los efectos secundarios limitaron su uso terapéutico. Sin embargo, aún persisten preparados tradicionales y licores medicinales en farmacopeas naturales

Lejos de ser solo una bebida recreativa, el alcohol ha tenido un rol complejo y evolutivo en la medicina. Su historia revela cómo ciencia, cultura y necesidad se han entrelazado para convertir vinos, licores y destilados en aliados ocasionales de la salud. Hoy, ese legado persiste en ciertas tradiciones y en la memoria de la medicina natural.

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