“Hombre que bebe” (1777), de Francisco de Goya
Francisco José de Goya y Lucientes​ (Fuendetodos, España; 30 de marzo de 1746 – Burdeos, Francia; 16 de abril de 1828)a​ fue un pintor y grabador español. Su obra abarca la pintura de caballete y mural, el grabado y el dibujo.

Francisco José de Goya y Lucientes​ (Fuendetodos, España; 30 de marzo de 1746 – Burdeos, Francia; 16 de abril de 1828)a​ fue un pintor y grabador español. Su obra abarca la pintura de caballete y mural, el grabado y el dibujo. Su estilo evolucionó desde el rococó, pasando por el neoclasicismo, hasta el prerromanticismo, siempre interpretados de una forma personal y original, y siempre con un rasgo subyacente de naturalismo, del reflejo de la realidad sin una visión idealista que la edulcore ni desvirtúe, donde es igualmente importante el mensaje ético. Para Goya la pintura es un vehículo de instrucción moral, no un simple objeto estético.​ Sus referentes más contemporáneos fueron Giambattista Tiepolo y Anton Raphael Mengs, aunque también recibió la influencia de Diego Velázquez y Rembrandt.​ El arte goyesco supone uno de los puntos de inflexión que entre los siglos xviii y xix anuncian la pintura contemporánea y es precursor de algunas de las vanguardias pictóricas del siglo xx, especialmente el expresionismo;​ por todo ello, se le considera uno de los artistas españoles más relevantes y uno de los grandes maestros de la historia del arte mundial. Su obra no fue ajena al vino. Esto lo podemos comprobar en “Hombre que bebe”, fechado en 1777.

El_bebedor

El bebedor, también llamado Hombre que bebe es un cartón para tapiz de la segunda serie, ejecutada entre 1776-77 para el comedor de los Príncipes de Asturias en El Pardo. Según Glendinning, recurre a la composición en forma de pirámide. En 1870 pasó a la colección permanente del Museo del Prado, donde permanece en la actualidad y se exhibe en la sala 85. Fue entregado a la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara el 12 de agosto de 1777 junto a La riña en la venta nueva y La maja y los embozados. Fue puesto como sobreventana, debido a su formato y a la perspectiva arriba-abajo de la obra.

Cartón para tapiz con cinco personajes. Sentado a la sombra de los árboles un joven, en primer plano, bebe vino de una bota, mientras que el muchacho que le acompaña, mirando pensativo al espectador, come un nabo, tomado de los que en primer plano forman el frugal bodegón con la hogaza de pan. La escena ha sido interpretada como una alegoría de la glotonería, representada aquí por los personajes principales del Lazarillo de Tormes, identificados con el muchacho de la caña y el ciego bebedor. El formato y la vista en perspectiva de abajo arriba indican que se trataba de la decoración de una sobreventana.

Es probable que se trate de una de sus piezas más populacheras. Un majo bebe de una bota «a la catalana», como describe el mismo Goya, y su acompañante come una cebolleta, aprovechando que su amigo empina el codo, lo cual se ha interpretado como alusión al tradicional Lazarillo, recurso muy usado en la literatura española.

La luz produce un contraste con la sombra que provoca el árbol, pero no llena todo el espacio del cuadro. Naturalista y expresivo, este cuadro posee todas las características de los cartones goyescos.

El_bebedor 2

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Un artículo de Alberto Muñoz Moral

Responsable de Comunicación de Licores Reyes
“Hombre que bebe” (1777), de Francisco de Goya
Alberto Muñoz 12 mayo, 2020
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