El Spritzer es un cóctel clásico y refrescante que combina vino blanco y soda, ideal para los días cálidos. Su sencillez y ligereza lo han convertido en una opción popular en terrazas, reuniones al aire libre y como alternativa baja en alcohol a otros cócteles más intensos.
Originario de Austria y Alemania, el Spritzer ha evolucionado en diferentes versiones a lo largo del tiempo, pero su esencia sigue siendo la misma: una bebida burbujeante, ligera y fácil de preparar.
Ingredientes para un Spritzer Clásico
Para preparar un Spritzer perfecto, necesitarás:
- 120 ml de vino blanco seco (Sauvignon Blanc, Verdejo o Pinot Grigio son opciones ideales).
 - 60 ml de soda o agua con gas bien fría.
 - Hielo al gusto.
 - Rodaja de limón o naranja para decorar.
 - Hojas de menta (opcional) para un toque de frescura adicional.
 
Cómo Preparar un Spritzer Paso a Paso
- Llenar una copa grande o un vaso alto con hielo para enfriar la bebida.
 - Verter el vino blanco sobre el hielo.
 - Añadir la soda o agua con gas, vertiéndola suavemente para conservar las burbujas.
 - Remover ligeramente con una cuchara para integrar los ingredientes sin perder la efervescencia.
 - Decorar con una rodaja de limón, naranja o menta para un toque aromático.
 - Servir de inmediato y disfrutar bien frío.
 
Variaciones del Spritzer
- Spritzer Cítrico: Añadir un toque de jugo de limón o lima para un sabor más fresco y ácido.
 - Spritzer con Frutas: Incorporar fresas, frambuesas o rodajas de pepino para una versión más afrutada.
 - Spritzer con Aperol: Agregar un chorrito de Aperol para darle un color vibrante y un toque amargo.
 - Spritzer Rosado: Usar vino rosado en lugar de blanco para una versión más dulce y afrutada.
 
Maridajes Ideales para el Spritzer
El Spritzer, por su ligereza y frescura, combina bien con:
- Ensaladas frescas, especialmente con queso de cabra o frutos secos.
 - Mariscos y pescados ligeros, como ceviche o tartar de atún.
 - Aperitivos mediterráneos, como hummus, aceitunas o bruschettas.
 
El Spritzer es la opción perfecta para disfrutar de un cóctel ligero y refrescante en el verano. Fácil de preparar y versátil, permite múltiples variaciones para adaptarlo al gusto de cada persona. Su combinación de vino blanco y sodalo convierte en un clásico atemporal para cualquier ocasión.