Ron Matusalem, conocido por su calidad y nobleza a nivel mundial, recibe el verano de una manera insuperable. Y es que nada es más inspirador que el lugar del que es originario; Cuba. Un país donde parece que el tiempo no pasa y que fue ayer cuando estaban presentes las antiguas colonias españolas. Un lugar cargado de historia que envuelve a sus visitantes por su ritmo de vida desenfadado y su estilo único, que al igual que el del propio ron, deja huella en todos quienes lo conocen.
En esta ocasión, Ron Matusalem se pone en manos de Andrea Zarraluqui, dejando claro una vez más, que es un destilado de diseño. La artista, una de las más influyentes de nuestro país, es conocida por sus vajillas pintadas a mano que dota de un cromatismo y una precisión únicos. La porcelana es su lienzo. No obstante, se trata de una técnica mucho más compleja puesto que guarda ciertas similitudes con la acuarela; de claros a oscuros, respetando los blancos y evitando excesivas mezclas de color.
La Edición Limitada de Ron Matusalem by AZ refleja la esencia de este destilado súper premium que recuerda los años dorados cubanos. La pintora consigue plasmar a la perfección, la flora y fauna de la isla a través de trazos ligeros y tonalidades tropicales. Las hojas de banano y las de palmera se enlazan entre sí en un juego rítmico que da paso a diminutas golondrinas; la especie más común de las calles de La Habana, conocida por su belleza y elegancia en el vuelo. El ave de alma libre por excelencia de carácter propio y espontáneo es la insignia indiscutible de este ron. Desde su creación en 1872, estos pájaros anidaban en los almacenes de Matusalem y entraban y salían con total libertad, por lo que los fundadores decidieron que merecían estar presentes en el logotipo de la marca desde el principio.
Andrea Zarraluqui nació en Londres, pero todos los recuerdos de su infancia pertenecen a Jerez de la Frontera. Allí vivió hasta los 13 años cuando se marchó a estudiar a un internado en Reino Unido, donde empezó a cultivar su afición por el arte. Desde entonces, Andrea no ha soltado el pincel y poco a poco lo que empezó siendo un hobby se convirtió en un trabajo a tiempo completo, que ha hecho de ella la pintora de porcelana más cotizada de nuestro país.
La artista, que actualmente vive en Madrid, personaliza de manera impecable vajillas a mano tanto para particulares como para marcas. Todas sus obras irradian ilusión y entusiasmo por los cuatro costados y en cada detalle tenemos constancia de cuya pasión por la pintura, la sumerge en un universo en el que la naturaleza, la flora y la fauna son los grandes protagonistas.
La Edición Limitada Matusalem by AZ está a la venta por encargo a través de @azarraluqui con un PVPR de 85 €.
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Un artículo de Alberto Muñoz Moral
Ron Matusalem y Andrea Zarraluqui crean la edición limitada de Ron Matusalem by AZ