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Take away rentable:

envases, etiquetado y control de temperatura
12 de noviembre de 2025 por
Take away rentable:
Reyes Grupo Horeca SLU, Leonardo Selaya Messías

En hostelería, el take away ya no es un “extra”: es una línea de negocio que puede sostener la cuenta de resultados en días flojos. Pero solo funciona si cuidas tres cosas que impactan directo en el margen y en la reputación: el envase, el etiquetado y el control de temperatura. Aquí tienes un método práctico, probado en bares y restaurantes, para que cada pedido viaje seguro, llegue bien y deje dinero.

Este artículo sigue la misma estructura editorial y tono que el ejemplo del blog de Reyes Grupo para facilitar la lectura y la acción en sala y cocina. Reyes Grupo

Por qué el take away puede ser muy rentable (si lo operas bien)

El cliente ya ha decidido el plato. No paga mesa, ni mantel, ni tiempo de sala. Lo que sí paga es consistencia: que lo que recibe en casa sea el mismo producto que disfruta en tu local. La rentabilidad aparece cuando:

  • El coste de envase está controlado y acorde al ticket.
  • El etiquetado reduce errores y evita devoluciones.
  • La temperatura mantiene textura y seguridad alimentaria hasta la entrega.

Objetivo: que el coste total del “packaging + manipulación” no supere el 6–8% del PVP del plato en cartas medias (10–20 €).

Cómo elegir envases que protegen tu margen

Piensa en envases como herramientas de cocina: cada plato necesita la suya.

Calientes con salsa (guisos, pastas, arroces cremosos)

  • Tapa hermética con respiración controlada: evita condensación y “aguado”.
  • Material: PP microondable con buena rigidez.
    Ejemplo real: ración de callos 350 g en cubeta PP 500 ml con tapa presión; vasito aparte para guindilla.

Fritos y crujientes (bravas, croquetas, fingers)

  • Caja kraft ventilada + base antigrasa. Evita “efecto sauna”.
  • Separa salsas en tarrinas (30–60 ml) con tapa.

Fríos (ensaladas, pokes, postres)

  • PET/Kraft con ventana. Buen cierre, aspecto cuidado.
  • Bolsitas individuales de topping para que el cliente termine el plato en casa.

Líquidos (caldos, cremas)

  • Tazas doble pared o vaso con tapa anti-derrame.
    Tip: inserta una banda de papel con tu marca para mejorar percepción (precio psicológico).

Bebidas y coctelería para llevar

  • Botellas PET/vidrio con precinto de seguridad y medición (250–500 ml).
    Incluye instrucciones de servicio (hielo, garnish) en la etiqueta.

Regla rápida para compras

  • Mantén 3 familias de envases que cubran el 80% de tu carta.
  • Acuerdos trimestrales con proveedor para precio y stock.
  • Test de apilado: 4 cajas llenas en torre durante 15 min. Si flexa, no sirve.

Etiquetado que vende y evita errores

Una buena etiqueta reduce incidencias y mejora la experiencia. Incluye, siempre en tipografía clara:

  1. Nombre del plato y variación (ej. “Bowl pollo – sin picante”).
  2. Alérgenos principales (iconos o texto breve).
  3. Fecha y hora de preparación.
  4. Instrucciones de recalentado/consumo: “Micro 1:30 min 700W, abrir tapa”.
  5. Punto de contacto: QR a WhatsApp/Google Maps para reseñas y soporte.
  6. Lote/Iniciales de quien embala para trazabilidad interna.

Truco operativo: imprime dos etiquetas por pedido: una para el envase principal y otra para la bolsa. Cuando la comanda se cante, marca con rotulador el número de bolsas (“1/2”, “2/2”) y evita entregas incompletas.

Control de temperatura: tres momentos críticos

La seguridad y la textura dependen de mantener temperaturas seguras. Trabaja con una rutina simple y un termómetro sonda.

1) En cocina (post-emplatado)

  • Calientes: servir al envase a ≥65 °C para que lleguen por encima de 60 °C.
  • Fríos: mantener a ≤4 °C antes del cierre.
    Acción: apunta en la Hoja de Control la primera lectura de cada partida (dos veces por servicio).

2) En la estación de empaquetado

  • Zona caliente: caja termo con tapa o estantería con calor suave.
  • Zona fría: cubeta gastronorm en mesa refrigerada.
    Tiempo máximo de espera: 10–12 min. Si el rider se retrasa, recupera temperatura (vuelta rápida al calor o cámara).

3) En la salida (entrega a cliente/rider)

  • Nueva lectura aleatoria cada 10 pedidos.
  • Si un plato cae de rango, sustitúyelo. Es más barato que una queja o intoxicación.

Consejo: crea un kit de temperatura en la caja de salida: sonda, toallitas desinfectantes, rotulador, etiquetas extra y planilla.

Monta una estación de empaquetado que no estorbe

Ubica la estación fuera del paso pero cerca de la salida. Flujo en “U”:

  1. Revisión de comanda (impresa o tablet).
  2. Envase + porcionado (mise en place de tarrinas y cubiertos).
  3. Etiquetado (dos etiquetas por pedido).
  4. Control rápido de temperatura.
  5. Bolsas: separa por caliente y frío en cestas distintas.
  6. Entrega: número de pedido bien visible.

Ejemplo real (bar de menús): tres cajas por color (entrantes, principal, postre), una estantería ligera para pedidos listos y un timbre interno que avisa al encargado cuando hay 5+ bolsas esperando.

Cómo fijar precio sin “comerte” el envase

Fórmula práctica por plato:

PVP recomendado = (Coste alimento + Coste envase + Mano de obra estimada) ÷ (1 – Margen objetivo)

  • Envases calientes completos (tapa+base): 0,28–0,45 €
  • Tarrinas salsas: 0,04–0,07 €
  • Bolsa kraft resistente: 0,12–0,18 €

Tip: crea un “suplemento embalaje premium” (0,50–1,00 €) para platos que requieren doble envase o aislante. Comunícalo en carta take away con una línea: “Incluye embalaje térmico”.

Reducir errores: checklist de 30 segundos antes de cerrar la bolsa

  • ¿Coincide número de bolsas con la comanda?
  • ¿Hay salsas y cubiertos?
  • ¿Etiquetas legibles y con hora?
  • ¿Lectura rápida de temperatura si aplica?
  • ¿Ticket/QR de valoración dentro?

Micro-hábito ganador: el encargado firma con sus iniciales la etiqueta de la bolsa. La responsabilidad mejora la consistencia.

Implantación en 7 días (rutina realista)

Día 1–2: selecciona los 3 envases “core” y pide muestras.

Día 3: test de platos críticos (1 frito, 1 guiso, 1 frío) con viaje simulado de 20 minutos.

Día 4: diseña etiquetas (alérgenos + instrucciones) y prepara QR.

Día 5: define la estación de empaquetado y el kit de temperatura.

Día 6: forma al equipo en el checklist de 30 segundos.

Día 7: arranque con promoción suave: -10% en recogida en local para probar flujo.

El take away rentable no depende de tener 20 tipos de cajas ni de discursos grandilocuentes. Depende de operativa: el envase correcto, una etiqueta clara y la temperatura bajo control. Si lo estandarizas, cada bolsa sale igual, sin improvisaciones. Empezar es cuestión de una semana. El resto es constancia.

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