¿Qué buscan los millennials en un vino?

21 de julio de 2025 por
¿Qué buscan los millennials en un vino?
Reyes Grupo Horeca SLU, Leonardo Selaya Messías

Los millennials —esa generación nacida entre 1981 y 1996— no solo beben vino. Lo eligen, lo comparten, lo interpretan y lo valoran de forma muy distinta a las generaciones anteriores.

No buscan etiquetas clásicas, ni puntuaciones Parker, ni catas con tecnicismos. Buscan vínculos, narrativa, sostenibilidad y estética. Y esto afecta directamente a la hostelería, la distribución y las bodegas.

Entender qué valoran es clave para adaptar la carta, la forma de venderlo y la experiencia en torno a la copa.

1. Historias por encima de denominaciones

Un millennial no se engancha con un vino por su DO. Lo hace por lo que ese vino representa:

✔ Un pequeño productor

✔ Un viñedo familiar

✔ Una historia de recuperación

✔ Una etiqueta ilustrada por un artista local

💡 Tip para hostelería: incorpora al speech de venta datos humanos, no solo técnicos: “Este vino lo hace una pareja joven que dejó su trabajo en ciudad para recuperar viñedos abandonados.” Eso vende más que “Tempranillo 100%”.

2. Diseño atractivo y reconocible

La etiqueta importa. Mucho. Cuanto más visual, más probabilidades de que el cliente lo suba a Instagram. Los millennials compran también con la vista.

✔ Tipografía cuidada

✔ Ilustraciones, color, ironía o minimalismo

✔ Botellas que destacan sin parecer elitistas

💡 Consejo para la carta: incluye una pequeña imagen o icono si tu carta está impresa o digitalizada.

3. Vinos naturales, orgánicos o sin filtrar

El perfil joven valora lo artesanal, lo auténtico y lo menos intervenido. No es tanto una cuestión de moda, sino de coherencia con valores personales.

✔ Vinos sin sulfitos añadidos

✔ Prácticas biodinámicas o ecológicas

✔ Producciones limitadas

💡 Consejo en barra: ten al menos un vino natural por copa. Aumentará tu percepción de local actual sin complicarte el stock.

4. Vinos fáciles de beber, pero con personalidad

No buscan complejidad por complejidad. Prefieren vinos frescos, con acidez viva, que se puedan beber solos o acompañar sin necesidad de menú degustación.

✔ Tintos ligeros, blancos aromáticos, rosados secos

✔ Variedades menos conocidas: mencía, garnacha peluda, godello

✔ Bajos en alcohol o en formatos diferentes (latas, bag-in-box premium)

5. Precio razonable, pero con valor percibido

No buscan lo más barato. Buscan que lo que pagan tenga sentido. Pueden pagar 5 € por copa si sienten que el vino es único, especial o diferente.

💡 Truco de venta: evita poner “vino de la casa” y apuesta por nombres con personalidad. Mejor: “Blanco joven con alma: macabeo y moscatel de microbodega en Almería”.

6. Coherencia con su estilo de vida

El vino que eligen habla de ellos. Si son foodies, viajeros o ecologistas, el vino debe encajar con eso.

✔ Vino como parte de su identidad

✔ Opción sin alcohol o bajo en alcohol para el afterwork

✔ Información clara sobre alérgenos, prácticas de producción o maridaje fácil

people tossing their clear wine glasses

Vender vino a millennials no es educarlos, es conectar. Si entiendes que buscan valores antes que varietales, emoción antes que tecnicismo y autenticidad antes que perfección, lo tienes más fácil.

Adapta tu carta, tu discurso y tu selección. Porque para esta generación, el vino no se bebe... se comparte.

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