1. Vasos o copas personalizados
Corta las botellas a media altura y lija los bordes para crear vasos únicos.
Funciona especialmente bien con:
- Ginebras premium → para servir cócteles low ABV
- Cervezas artesanas → para degustaciones
- Botellas oscuras → para shots o aperitivos
💡 Hay talleres locales y herramientas asequibles para hacerlo con seguridad.
2. Jarrones y centros de mesa
Una botella elegante, con o sin etiqueta, puede convertirse en un jarrón para flores frescas, secas o especiadas.
También puedes rellenarlas con granos, cítricos secos o botánicos usados.
💡 Ideal para reforzar la estética natural o minimalista del local.
3. Iluminación con carácter
Convierte botellas en lámparas colgantes, luces indirectas o velas.
✔ Rellénalas con guirnaldas LED
✔ Crea lámparas suspendidas desde el cuello
✔ Usa botellas transparentes con velas largas en su interior
💡 Las de vidrio azul, verde o ámbar dan luz cálida muy estética.
4. Dosificadores y botellas de agua
Las botellas vacías de vino o vermut pueden servir como botellas de agua si se lavan y etiquetan bien.
O puedes usarlas como envases para siropes, premixes o shrubs, con tapón dosificador.
💡 Aporta coherencia visual en barra y reduce el uso de plástico.
5. Decoración por estanterías o temáticas
Agrupa botellas por color, país o tipo de destilado. Puedes crear un rincón:
- Solo de ginebras nacionales
- Solo de tequilas con etiquetas artísticas
- De botellas que ya no se fabrican
💡 Genera conversación con el cliente y da valor cultural a tu barra.
6. Donación o colaboración con artistas
Hay colectivos que crean lámparas, esculturas o muebles a partir de botellas. Puedes colaborar con ellos, donar tu vidrio o incluso organizar talleres en tu local.
💡 Ganas reputación de marca y refuerzas tu compromiso local.
¿Y qué no deberías hacer?
❌ Acumular sin sentido
❌ Usar botellas con residuos sin limpiar
❌ Romper etiquetas sin intención estética
❌ Cargar el espacio con demasiados objetos visuales
Reciclar no es guardar. Es seleccionar con criterio, limpiar bien y tener un propósito claro.
Cada botella vacía tiene una historia. Y si sabes integrarla en tu espacio, puedes convertir residuos en decoración, narrativa y experiencia.
No hace falta ser artista. Solo tener una idea, una intención y una copa vacía.
Qué hacer con botellas vacías en tu local