Cómo montar una cata en tu bar sin ser una vinoteca

23 de septiembre de 2025 por
Cómo montar una cata en tu bar sin ser una vinoteca
Reyes Grupo Horeca SLU, Leonardo Selaya Messías

Porque no necesitas una bodega entera para sorprender a tus clientes

Pensar en una cata suele remitir a vinotecas, copas específicas, sumilleres con corbata y estanterías infinitas. Pero en realidad, cualquier bar o restaurante puede montar una experiencia de cata atractiva, rentable y adaptada a su espacio. No se trata de tener 200 referencias, sino de saber contarlas.

Una buena cata es una excusa perfecta para atraer público en días flojos, activar producto que ya tienes en carta y generar conversación de marca. Y lo mejor: no necesitas cambiar tu local ni tener formación especializada.

¿Qué tipo de cata puedes ofrecer?

Piensa en tu público, tu producto y tu espacio. Estas son opciones aplicables incluso en bares de barrio:

  • Mini catas verticales: tres vinos de una misma bodega o variedad, servidos en medias copas.
  • Catas cruzadas: una ginebra, un vermut y un bitter servidos con distintas tónicas o ingredientes.
  • Catas temáticas por temporada: blancos frescos en verano, tintos especiados en otoño, sidras en primavera, etc.
  • Catas de carta oculta: no mostrar el producto hasta el final, para potenciar sensaciones, como si fuera un juego.

👉 Ejemplo real: un bar en Tetuán hace “Jueves de etiquetas negras”: tres vinos distintos que solo se descubren después de la cata. Aforo limitado, 15 euros, y siempre repiten.

Cómo estructurar una cata sin complicarte

  1. 3 productos es el número ideal: no abruma, pero da variedad.
  2. Sirve en medias raciones o medias copas para reducir merma y controlar coste.
  3. Acompaña siempre con un pequeño bocado: queso, pan crujiente, aceituna, paté.
  4. Incluye una hoja impresa o digital donde el cliente pueda escribir o puntuar.
  5. Si puedes, cuenta algo: del productor, del origen, de la elaboración. No se trata de parecer un sumiller, sino de conectar con quien lo produce.
  6. Márcalo como experiencia puntual o efímera. Lo exclusivo vende.

Qué beneficios aporta a tu negocio

  • Rotación de producto: excelente para mover vinos, destilados o referencias de poco giro.
  • Ticket medio más alto: el cliente percibe valor añadido y lo paga.
  • Diferenciación: no todos los locales ofrecen este tipo de experiencia.
  • Engagement en redes: cada cata es contenido fácil para stories, reels y publicaciones.
  • Fidelización: los que vienen por la cata, suelen volver con amigos.

Claves para comunicarlo bien

  • Ponle nombre: “Tarde de vermuts”, “Viaje en tres copas”, “Noches de barrica”.
  • Usa la barra para hacerlo visible: una pizarra, un cartel sencillo, una bandeja de muestra.
  • Comunícalo en digital: redes, Google Maps, WhatsApp Business si lo usas.
  • Lanza convocatoria con antelación, pero repite: no hace falta hacerlo una vez al año. Un jueves al mes puede convertirse en tradición.

No necesitas una vinoteca para montar una cata. Solo necesitas producto, un hilo conductor y ganas de compartirlo. En tiempos donde el cliente busca vivir más que consumir, estas experiencias tienen un impacto directo en tu caja… y en tu reputación.

Aprovecha lo que ya tienes, pero cuéntalo de forma distinta. Porque una buena cata no empieza en la copa, sino en la idea.

Su snippet dinámico aparecerá aquí... Este mensaje aparece porque no proporcionó ni el filtro ni la plantilla a usar.


Compartir esta publicación
Nuestros blogs
Archivar