La internacionalización de la hostelería española es un hecho. Cada vez más turistas, y de mayor poder adquisitivo, visitan nuestros bares y restaurantes. Una carta multilingüe ya no es una opción, sino una necesidad operativa. Sin embargo, la traducción automática o literal es un error que cuesta caro: diluye la personalidad del plato, genera confusión y, en el peor de los casos, provoca risa o desconfianza.
Traducir bien una carta no es solo cambiar palabras; es un ejercicio de adaptación cultural y marketing. Se trata de conservar la esencia de la cocina española (el terroir, la técnica, la tradición) y presentarla de forma apetecible y comprensible para un cliente extranjero. La clave es encontrar el equilibrio entre la fidelidad técnica y la seducción gastronómica.
El error mortal: la traducción literal (y cómo evitarla)
El principal enemigo de una carta bien traducida es el traductor de internet. Los platos españoles tienen una carga cultural y regional que se pierde por completo en la literalidad.
Plato Español | Traducción Literal (Error) | Traducción Adaptada (Acierto) | Argumento de Venta |
Solomillo de Buey | Ox sirloin | Prime Beef Tenderloin | Se utiliza el término técnico (Tenderloin) para evocar calidad, no el animal (Ox). |
Tarta de Santiago | Cake of Santiago | Almond Cake with Lemon Zest (Traditional Galician Recipe) | Se describe el ingrediente principal (Almond) y se añade el valor cultural (Traditional Galician). |
Pimientos de Padrón | Padrón Peppers | Galician Green Peppers (Some are Hot) | Se mantiene el nombre propio (Padrón) pero se añade una advertencia cultural clave (Some are Hot). |
Tinto de Verano | Summer Red Wine | Spanish Wine Refresher with Lemon Soda | Se explica la función (Refresher) y la composición (Wine with Soda), evitando la confusión con un vino caliente. |
Táctica de la descripción: Si el nombre del plato es intraducible (ej. Marmitako, Zarajos), mantenga el nombre en español (en cursiva) y añada una breve descripción entre paréntesis que explique la técnica o los ingredientes principales.
El factor francés: precisión y técnica culinaria
El francés, como lengua de la alta cocina, requiere una precisión técnica que el inglés puede obviar. El cliente francófono espera que los términos de cocción, corte y preparación sean exactos.
1.Términos de Cocción: No basta con decir rare o medium. Utilice los términos franceses correctos para la carne: bleu, saignant, à point, bien cuit.
2.Salsas y Fondos: Los nombres de las salsas (ej. Velouté, Jus de veau, Beurre blanc) deben mantenerse en francés si son técnicas universales, o describirse si son de origen español (ej. Salsa Romesco: Sauce à base de tomates rôtis, d'amandes et de poivrons).
3.El Terroir y la Denominación: El cliente francés valora la procedencia. Asegúrese de que las Denominaciones de Origen (DO) o las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) se mantengan y se expliquen brevemente si no son conocidas (ej. Jambon Ibérique de Bellota D.O.P. Guijuelo).
Táctica de la elegancia: La traducción al francés debe ser impecable y elegante. Invierta en un traductor profesional o en una revisión nativa. Un error en francés es percibido como una falta de seriedad en la cocina.
Inglés: claridad, concisión y el argumento de venta
El inglés es la lengua del marketing directo. La traducción debe ser clara, concisa y enfocada en el beneficio que el cliente va a obtener.
1.Énfasis en el Ingrediente Principal: El cliente anglófono quiere saber qué está comiendo. Coloque el ingrediente principal al principio de la descripción (ej. Seared Scallops with Saffron Risotto).
2.Uso de Adjetivos Sensoriales: Utilice adjetivos que vendan la experiencia: Crispy, Smoky, Slow-cooked, Vibrant, Rich, Tender.
3.Evitar Falsos Amigos: Palabras como Embutido (que no es embossed), Ración (que es Serving o Portion, no Ration) o Sobremesa (que no tiene traducción directa y debe explicarse como Post-meal conversation).
Táctica de la estructura: En la carta en inglés, utilice una estructura simple: Nombre del Plato (Español) - Descripción (Inglés) - Precio. Las descripciones deben ser cortas, no más de una línea.

Una carta multilingüe bien ejecutada es una poderosa herramienta de hospitalidad. Demuestra respeto por el cliente extranjero, elimina la barrera del idioma y, lo más importante, vende la experiencia gastronómica tal como fue concebida por el chef.
No se conforme con la traducción literal. Invierta en la adaptación cultural y la precisión técnica. Al hacerlo, su carta dejará de ser una lista de precios para convertirse en un embajador de la cocina española que habla con fluidez y personalidad.
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