Ligero, refrescante, con carácter y muy fácil de preparar. El Americano es uno de esos cócteles clásicos que nunca pasan de moda. Perfecto como aperitivo, ideal para terrazas y una opción rentable para cualquier barra.
No requiere licor base, no lleva cítricos exprimidos ni técnicas complejas. Solo equilibrio entre dulzor, amargor y burbuja. ¿Lo mejor? Se puede estandarizar fácilmente para un servicio ágil y consistente.
Un poco de historia (y por qué importa)
El Americano nació en Italia a finales del siglo XIX. Era el trago favorito de los clientes estadounidenses que visitaban Milán o Turín, acostumbrados a bebidas más suaves y con soda.
Su fórmula original ya contenía los tres pilares actuales: vermut rojo, bitter (luego sería Campari) y agua con gas. De hecho, fue el precursor del Negroni, que simplemente añade ginebra a la mezcla.
Hoy, el Americano sigue funcionando porque tiene ese perfil “low ABV” (bajo en alcohol) que muchos clientes valoran en aperitivos o primeras rondas.
Receta clásica del Americano
Fácil de memorizar, fácil de servir:
- 30 ml de vermut rojo
- 30 ml de Campari
- Top de soda
- Servir en vaso tipo old fashioned con hielo
- Decorar con rodaja de naranja o piel de limón
Tip profesional: si usas soda embotellada, asegúrate de que esté bien fría y con buena presión. La burbuja es parte de la experiencia.
¿Por qué incluirlo en tu carta?
- Rápido de preparar: sin coctelera ni ingredientes frescos. Ideal para momentos de volumen.
- Alta rentabilidad: no lleva destilado base, lo que reduce el coste por copa.
- Versátil: puedes ofrecerlo como aperitivo, en menú degustación o en versión sin alcohol.
- Fácil de personalizar: puedes cambiar el vermut, añadir un bitter cítrico o jugar con siropes ligeros.
- Elegante y fotogénico: su color rojo intenso y el hielo transparente lo hacen perfecto para redes sociales y presentaciones de carta.
¿Funciona en eventos y menús cerrados?
Sí. El Americano es una opción ideal para menús con maridaje o cócteles de bienvenida. Aporta presencia sin saturar, y se puede servir en formato jarra o dispensador si hay gran número de comensales.
Además, puedes integrarlo en tu storytelling como “cóctel clásico italiano reinterpretado por la casa”, añadiendo algún ingrediente de temporada o local.
El Americano es el ejemplo perfecto de cómo una fórmula sencilla puede convertirse en un recurso comercial de primer nivel. Es rentable, fácil de estandarizar y gusta tanto a quienes aman el vermut como a quienes buscan algo suave y bien servido.
Si aún no lo tienes en carta, dale una oportunidad. Sorprende a tu cliente con un clásico que nunca pasa de moda.
El Americano