El Tuxedo Cocktail no solo toma su nombre del exclusivo Tuxedo Club de Nueva York, sino que refleja toda su esencia: clase, sobriedad, precisión y presencia. Nació como una variación del Martini seco, pero supo hacerse con un lugar propio gracias al anís y la absenta, que lo convirtieron en una copa aromática, seca y elegante, con una complejidad inesperada.
Es un cóctel que ha vuelto con fuerza en la coctelería clásica moderna. Quienes lo descubren suelen quedar atrapados por su frescura cristalina y su carácter sutilmente herbáceo. En cartas de bares con criterio, el Tuxedo es el guiño al buen gusto que no necesita presentación.
Ingredientes del Tuxedo Cocktail
Para preparar esta joya, necesitas precisión y equilibrio. Es importante usar productos de alta calidad, ya que no hay mixers ni elementos que disimulen errores.
- 60 ml de ginebra seca (London Dry Gin)
- 30 ml de vermut seco
- 1 cucharadita de licor de anís seco (tipo maraschino o pastis suave)
- 2 gotas de absenta o de un bitter anisado potente
- Opcional: una aceituna verde o twist de limón para decorar
Preparación paso a paso
- Enfría una copa de cóctel previamente: déjala reposar con hielo mientras preparas el trago.
- Llena una coctelera o vaso mezclador con hielo hasta el tope.
- Añade la ginebra, el vermut seco, el licor de anís y las gotas de absenta.
- Remueve con cuchara de bar durante 15-20 segundos hasta que esté bien frío.
- Cuela en la copa previamente enfriada, usando colador fino si deseas máxima limpieza.
- Decora con una aceituna o un twist de limón, según preferencia.
Perfil sensorial y maridaje
El Tuxedo entra seco, con frescor alcohólico limpio, pero se va abriendo con capas de anís, toques florales, notas herbales y un fondo sutil de ajenjo. No es un cóctel dulce, ni mucho menos, pero deja una sensación sedosa y duradera.
Es ideal como aperitivo antes de una cena elegante o como copa de inicio en una cata de destilados. Marida perfectamente con aceitunas, mariscos fríos, quesos curados o incluso sashimi.
El Tuxedo es uno de esos cócteles que, sin alardes, elevan la carta de un bar. Sirve para educar el paladar, para sorprender a quien busca algo más que lo habitual y para recordar que la elegancia, en coctelería, no pasa de moda.
Tuxedo Cocktail