Una tapa creativa con sabor tradicional
En la hostelería actual, sorprender al cliente no significa complicarse, sino reinterpretar lo sencillo con creatividad. El milhojas de patata con mejillones en escabeche y alioli suave es un ejemplo claro: un plato que parte de ingredientes muy conocidos, pero que, presentados de otra forma, consiguen destacar en la carta y en redes sociales.
Esta tapa combina lo crujiente de la patata, la untuosidad del alioli y el sabor profundo del escabeche. Un bocado visual, sabroso y rentable.
Ingredientes clave y por qué funcionan
- Patata: preferiblemente agria o monalisa. Se corta muy fina y se hornea en capas para obtener un milhojas dorado, sabroso y que aguanta bien el pase.
- Mejillones en escabeche: puedes usar mejillón gallego en conserva premium. Aporta intensidad, umami y personalidad al plato.
- Alioli suave: aquí no buscamos intensidad, sino equilibrio. El alioli actúa como nexo entre grasa y acidez.
Además, estos ingredientes son económicos, tienen buena vida útil y no necesitan manipulación compleja.
Paso a paso para preparar la tapa
1. Elabora el milhojas
- Pela las patatas y córtalas en láminas finas con mandolina.
- Unta cada capa con mantequilla derretida y sal, y monta en un molde rectangular.
- Hornea a 160 °C durante una hora, deja enfriar, prensa con peso y guarda en frío.
- Al pase, corta en raciones individuales y dora en sartén o plancha por ambos lados.
2. Prepara el alioli suave
- Emulsiona yema de huevo, ajo cocido, aceite de girasol y unas gotas de limón.
- El ajo debe ir escaldado o confitado para que no invada.
3. Montaje final
- Coloca sobre cada milhojas 2 o 3 mejillones bien escurridos.
- Añade una cucharada pequeña de alioli encima.
- Decora con cebollino picado o ralladura de limón.
¿Por qué incluir esta tapa en tu carta?
- Es visual y atractiva: ideal para compartir en redes.
- Es rentable: ingredientes asequibles y montaje sencillo.
- Es flexible: se puede adaptar con almejas, escabeche casero, alioli de lima…
- Es rápida de servir: puedes dejar todo listo con antelación y montar al momento.
Ideal como tapa en barra, entrante en menú degustación o propuesta de maridaje con vermut o vinos blancos gallegos.
La clave está en dar valor a lo que ya conocemos. Mejillones, patata y alioli suenan clásicos, pero si cambias el formato, juegas con las texturas y cuidas el emplatado, consigues un plato que sorprende, convence y vende.
Incluye esta receta en tu rotación y verás cómo destaca sin necesidad de inventar nada nuevo. Solo hace falta creatividad y una buena conserva.
Receta creativa